Anteriormente comentaba sobre la cocina francesa y sus etapas marcadas por sus chefs. Una de las habilidades de cualquier Chef o persona que guste de cocinar, como es el caso de un servidor, es la preparación de las salsas madres y aunque ahora las tendencias en la gastronomía es aligerar lo que ingerimos, sí cocina molecular te estoy hablando a ti, a mi me gustan más los deliciosos platos clásicos. Muchos de los cuales son preparados con una de las versátiles salsas madres: La Bechamel.
La salsa Bechamel o salsa blanca esta preparada con base en un roux, palabra en francés que designa la mezcla de harina y grasa. Habitualmente usamos harina de todo tipo y la grasa suele ser una mantequilla de buena calidad. Recuerden que en las recetas sencillas con pocos ingredientes, la calidad de estos es clave para el sabor final. Mala mantequilla equivale a mala Bechamel. Simple. Al roux le agregamos leche, algo de pimienta fresca molida, sal y algo de nuez moscada et voilà! Una deliciosa salsa Bechamel lista para ser usada en lo que deseemos.
Los ingredientes:
- 2 tazas de leche fresca
- 2 cucharadas de mantequilla de buena calidad
- 2 curadas de harina
- ½ cucharadita de sal
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 pizca de pimienta recién molida
El procedimiento
- En una casuela fundimos la mantequilla a fuego medio
- Agregamos la harina y mezclamos bien
- Dejamos que se cocine dos o tres minutos sin que se queme. Tomará un color dorado.
- Mientras tanto calentamos la leche en el microondas.
- Sin dejar de batir agregamos la leche poquito a poquito y vamos deshaciendo los grumos que se puedan formar.
- Cuando hemos terminado de agregar la leche, agregamos la sal, la pimienta y la nuez moscada.
- Seguimos batiendo ligeramente hasta que la salsa espese.
- Voilà! La salsa está lista para usarse
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