Diferentes eventos estuvieron repartidos en la zona del Río y para mi regocijo, de manera accidental y sin conocimiento de causa, visité casi todos ellos. Son las ventajas de vivir en una ciudad como Tijuana, que es el vértice del país y en donde confluyen tantas corrientes de pensamiento y se yerguen como un mosaico multicolor.
Yo sólo iba a pagar el teléfono. La primera sorpresa de la tarde: El Boulevard Paseo de los Héroes sigue siendo cerrado para que la gente haga y deshaga a su antojo en él. Los niños y los padres andan en bicicleta, algunos practican caminata, creo que por ahí andaban algunos payasitos, mimos y artistas urbanos similares. Que bueno. Que la ciudadanía toma las calles y saque las malas cosas de ahí.
En la Plaza Río, cuando me dispuse puntualmente a pagar mi recibo telefónico, los aplausos llamaron nuestra atención. Eran demasiados para el habitual mimo que ahí se presenta los fines de semana con el mismo número de hace ya cinco años. Nos acercamos y nos recibió un maestro de música explicando los instrumentos de cuerda. Era la Sinfónica Juvenil de Tijuana, A.C. seguida la presentación del arco del violoncelo, y alguna broma ligera, el Danzón No. 2 arrancó los aplausos de los espectadores que minuto a minuto crecían en número. Fue una interpretación encantadora donde una pieza popular se convierte en obra de arte. Los dos números siguientes fueron igual de buenos para cerrar, por petición popular, con Danzón No. 2. Tienen su lugar de trabajo en el cortijo de San José en Playas de Tijuana. Estos jovencitos y jovencitas han creado una nueva entrada en mi lista de “cosas por palomear” para estar pendientes de sus próximas apariciones. Espero que se conviertan en regulares de ese foro público.
Seguimos nuestro camino hacia la feria del libro. Ubicada en este mismo momento que escribo esto en el estacionamiento de la plaza, frente a la tan mencionada Plaza del Zapato y Plaza Fiesta. Yo no sabía que hubiera tantas librerías diferentes en la ciudad. Estaban todos y todo lo relacionado con la escritura. Hubo una presentación de un libro obra de una poeta de la localidad y, a diferencia de otras ocasiones, el lugar estaba abarrotado. Daba gusto ver tanta gente caminando entre los diferentes espacios de los expositores comprando libros nuevos, usados, de ciencia, religión, arte, cocina, técnicas, en fin de todo. Yo personalmente me hice de una antología de cuento clásico y moderno y unas novelas cortas de Stendhal: Vanina Vanini y Los Cenci.
Armado con la fabulosa bolsa de color amarillo teletón nuestros pasos se dirigieron al CECUT con el objetivo fijo en mente de ver la exposición de artesanía de los estados que ahí estaba y la exposición de fotografía de Gabriel Figueroa.
La exposición de artesanía era de tamaño (y me refiero al número de expositores) muy similar a las que ya han sido llevadas a cabo en este lugar. Encontramos más o menos las mismas cosas que uno encuentra en este tipo de eventos: Dulces típicos, cuadritos, papel amate, licores espiritosos y esencias variadas, arreglos florales, velas talladas, pintura, piedra, metales en diferentes presentaciones, además de las pulseritas hippies y sus demás cosas que tanto me gusta comprar. El templete presentaba número musicales, los bailes típicos de los estados o las zonas del país y al parecer números preparados por escuelas de baile de la ciudad.
El Cubo nos ofreció el inigualable talento de Gabriel Figueroa, el cinematógrafo mexicano que trabajó con Luis Buñuel, entre otros. Su lente retrato a la Doña en un sin número de ocasiones, a los grandes de la época de oro del cine mexicano, y a los no tan grandes. Ofrecía su impresión de las situaciones sociales vividas en los tiempos revolucionarios y en sus tiempos. El elegante uso de la luz artificial, innovaciones para esa época, y sus estudios técnicos de la luz, le permitieron obtener, retratado en blanco y negro, cielos cargados de dramatismo. Su dominio del claroscuro era impresionante y basaba sus composiciones fotográficas en obras pictóricas de los principales artistas de México: Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, etc. Y por si se lo llegaron a preguntar, todas estas cosas las pueden aprender si al ir al museo o a la galería leen las fichas técnicas que tienen a bien proporcionar. Paquete completo: Aprendes y disfrutas de las buenas expresiones artísticas.
Si tienen oportunidad, y están de paseo por la ciudad, no se pierdan algunos de los puntos antes mencionados, vale la pena salir un poco a que nos de el sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario