Finalmente anoche llegué a Kansas City en el estado estadounidense de Misuri (o Missouri). Hay Kansas grande, el estado y este Kansas “chico” la ciudad. Estuve varado un par de horas en Denver, Colorado debido al mal clima. Lo que me recuerda otra ocasión que me sucedió lo mismo: El clima me dejó esperando varias horas en el mismo aeropuerto. En esta ocasión fue la lluvia, en la anterior fue la nieve. Ayer el cielo estaba muy gris. El aeropuerto cuenta con unas ventanas amplísimas que muestran una panorámica increíble de las montañas rocosas. En esta ocasión sólo se podía observar una capa blanquecina y grisácea que lo cubría todo con frío.
Lo que vino a salvar mi tedio en ese lugar fue la “thin crust pizza” de pepperoni que me comí en el Domino’s del lugar, eso y las películas que miré en el iPod y que tenía pendientes o en su defecto, que no había visto hace mucho tiempo.
Todavía no visito el centro de la ciudad, espero hacerlo hoy, porque mañana será muy arriesgado por la lluvia, los tornados y esos detalles. Pero he leído que en la ciudad hay doscientas fuentes activas, que el BBQ es buenísimo y todo un clásico y que sólo la ciudad que tiene más bulevares que Kansas City es Paris.
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