domingo, 31 de mayo de 2009
La Isla
Estos días se parecen a los días en la isla de Cedros.
jueves, 21 de mayo de 2009
Champaña de altura
¿Qué secretos encerraran los cientos de burbujas que suben vivazmente hacia la superficie? La autoestima de Mariana subía con cada sorbo de champaña que daba, las burbujas, tan pequeñas ellas, liberaban sus espíritus estimulantes y relajaban la tensión que en ese momento asaltaba a la azafata a más de cuatro kilómetros de altura. A sus pies, el Océano Atlántico era cubierto por la espesa capa de nubes que se extendían hasta donde la vista se perdía, confundiéndose con el dorado cielo que a esa altura y por lo delgado del aire, era tan diáfano como la superficie de un diamante.
En un trance casi hipnótico, Mariana observaba absorta el alocado desplazamiento de las burbujas de la copa de champaña, sentada en uno de los asientos de la sección de primera clase que en ese vuelo, y como en muy pocas veces sucedía, iba totalmente vacía. Sus ojos se deformaban al verles tras el amarillento tinte de la bebida en sus manos. Sus recuerdos despertaban, libres en lo alto, sin molestas personas de alcurnia que atender o gordos ejecutivos que comían sin parar y no cesaban de llamarle para rellenar la copa o el plato sin fin.
Desvió su mirada de aquella copa entre sus dedos hacia una de las ventanillas del avión. La alfombra de nubes que tantas y tantas veces había visto hoy le parecía distinta. Como una gigantesca alfombra roja. El disfrute de estar sentada donde no le era permitido, sus recuerdos infantiles y sus secretas aspiraciones confabulaban esa tarde en el cielo para hacerle sentir susceptible.
—¿Quién soy? He pasado tanto tiempo como estas burbujas de un lado a otro y ya estoy cansada— dijo para sí en voz alta Mariana, mientras entornaba su mirada de nuevo a su copa.
—Deseo ya la estabilidad de la tierra firme y de una casa sencilla, con un cerco blanco pintado a mano, un perro, un gato, dos hijos y un hombre que me ame— al terminar de decir esto bebió de un trago el resto de la champaña. Se quedó quieta un momento despidiéndose de la alfombra blanca de nubes teñidas de oro. Con ambas manos sujetó el asiento y se levantó. Su mirada cansada se reflejó en el cristal de la puertita donde guardaban los vasos desechables.
—Como en los espectáculos: El show debe continuar— Se dijo mientras comenzaba a empujar el carro de las bebidas. Abrió la puerta del corredor que daba paso a la clase turista y en sus labios se dibujo una enorme sonrisa.
—¿Le sirvo algo de beber?
miércoles, 20 de mayo de 2009
Poemas de Benedetti
Táctica y estrategia
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos.
Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible.
Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos.
Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos.
Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.
Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
Hay una pelicula donde salen estas lineas, pueden ver un fragmento en YouTube.
42, La respuesta a todo
Hay una teoría que establece que si alguien descubre exactamente qué es el Universo y para qué está aquí, este desaparecerá instantáneamente y será remplazado por algo aun más bizarro e inexplicable.
Hay otra teoría que dice que eso ya pasó.
Lo anterior está escrito en la novela “Guía para el viajero intergaláctico” donde se supone que una raza de seres super-inteligentes y pandimensionales (es decir que están en muchas dimensiones al mismo tiempo) demandan saber de la supercomputadora “Pensamiento Profundo” la respuesta de la pregunta última de la vida, el universo y todo. Despues de la friolera de 7.5 millones de años, la supercomputadora llegó a la conclusión que la respuesta de la pregunta última de la vida, el universo y todo era nada más y nada menos que 42. Ahora bien ¿Cuál era esa pregunta? La supercomputadora les dijo que no podía dar las dos respuestas al mismo tiempo, que su capacidad de procesamiento se excedía, pero si la deseaban saber, podría ayudarles a construir una gran supercomputadora que sí pudiera darles la pregunta para la respuesta, y de esa forma habrían descifrado el sentido de la vida, el universo y…todo. La super-supercomputadora, en el libro, era la tierra, y los seres super-inteligentes (los cuales tardarían otros 10 millones de años en completar su misión) estarían vigilándonos en la forma de ratoncitos blancos de laboratorio. Resulta que cuando estaban a punto de terminar y conocer la “Pregunta Última”, a otra raza mucho menos inteligente se le ocurre destruir la tierra para construir el viaducto de la autopista intergaláctica para el comercio espacial. Nunca conocerían la pregunta cuya respuesta es 42 y que encierra el significado de (va de nuevo) la vida, el universo y todo.
No pienso ponerme aquí a discernir un asunto tan complejo como el significado de la vida. Aun sigo tratando de darle significado a la mía como para atacar los problemas existenciales de la humanidad entera. Ya bastantes personas han intentado darle una respuesta, de casi cualquier ángulo posible e imaginable.
Hoy al toparme con las líneas que abren este artículo, la pregunta se asomó de nuevo en mi cabeza. La respuesta sigue en proceso de formarse, espero estar vivo aun para conocerla. En lo que eso sucede, tengo sólo respuestas a medias sobre lo que podría ser. Sin embargo, de manera diaria intento darle un sentido, un motivo, una razón. Aunque hay días que se van, como los granos del reloj de arena, y no regresarán jamás, hay otros que son aprovechados. Donde uno hace algo y te das cuenta que debes hacer más, mucho más, que abrir los ojos y respirar durante todo el día. Estoy convencido que no somos solamente una maquinita de hacer dióxido de carbono.
Ser feliz, amar, saber más, conocer a Dios, estar mejor, hacer el bien, ser justos, son todas actividades que requieren la participación activa de la persona. De una forma u otra. No alcanzamos ninguna meta viviendo en la contemplación y recordando el pasado. Son las experiencias nuevas las que nos dan la vital energía que se requiere para llegar al final del viaje de manera plena.
Kansas, la ciudad de las Fuentes
Como comenté en una entrada anterior, estuve en Kansas City, en el estado norteamericano de Missouri. La ciudad de las fuentes, después de Paris, clama ser la ciudad con más bulevares en todo el mundo. Ese es un dato en el que nunca había puesto atención ni me había estimulado la curiosidad. He tenido la oportunidad de estar en Francia y nunca he contado los bulevares (o si lo ponemos muy français: Boulevard), ahora, ya en Kansas City, yo ya sabía esto, sin embargo, tampoco ni la oportunidad ni las ganas de andar calle por calle contando los dichosos bulevares. En fin, algún día que no tenga grandes cosas por hacer, como hostigarle la existencia al universo, dedicaré mi energía vital en demostrar, o refutar en su defecto, la afirmación categórica que tan ufanamente proclama la ciudad de Dorita la del Mago de Oz (No hay ningún tipo de conexión entre este personaje y la famosísima botana de Lay’s que tiene forma de triangulo y mucho sabor a queso y chile jalapeño), que ahora que toco el tema, uno puede ver que en todo lugar donde vendan souvenirs (y es en casi cualquier gasolinera y en el aeropuerto) hay una sección dedicada al Mago de Oz, la novela de L. Frank Baum de la cual sale la niña de las zapatillas de rubí. Sin embargo, el libro no menciona de manera particular Kansas City, y es que al costado de Missouri está el estado de Kansas. Así que como no se indica lo contrario, pienso que se adueñan de la ciudadanía del popular cuento, que como nota adicional, fue publicado en el año 1900.
Basta ya del cuento, y pasemos a la ciudad. Mi impresión fue muy similar a la que tuve en mi primera visita a Pittsburgh. Pienso que todas las ciudades del centro-este son muy parecidas: Amplios campos sembrados, con bosques verdes, colinas pintorescas, ríos calmos que atraviesan el centro de la ciudad y sirven de marco para los restaurantes, las tiendas, los estadios deportivos. Kansas tiene en su arquitectura una mezcla muy interesante, puede observarse los ladrillos, muy al estilo del Chicago, de fachadas clásicas de los 20s o 30s, entremezclada con arquitectura contemporánea muy moderna. Se ve que la vida en general es buena. Hay muchas atracciones para mantenerlo a uno entretenido si se está de vacaciones por allá. No faltan los museos, de los cuales destaca el de la Primer Guerra Mundial, los parques, los restaurantes, los centros comerciales, el ecoturismo y una lista que parece no tener fin.
Los tornados tienen su papel protagónico central en esta parte de Estados Unidos, Kansas no es la excepción. En los aeropuertos en los hoteles pude ver los letreros que indicaban la ubicación de los refugios para tornados (tornado shelters). D urante mi estadía allá, en las noticias vi que por el sur de la ciudad un tornado ocasionó daños a las propiedades de algunas personas. Afortunadamente no fui testigo presencial de nada parecido. A los tornados prefiero verles por televisión arrastrando vacas.
Fue un viaje corto y rápido.
lunes, 18 de mayo de 2009
Domingo Cultural en Tijuana
Diferentes eventos estuvieron repartidos en la zona del Río y para mi regocijo, de manera accidental y sin conocimiento de causa, visité casi todos ellos. Son las ventajas de vivir en una ciudad como Tijuana, que es el vértice del país y en donde confluyen tantas corrientes de pensamiento y se yerguen como un mosaico multicolor.
Yo sólo iba a pagar el teléfono. La primera sorpresa de la tarde: El Boulevard Paseo de los Héroes sigue siendo cerrado para que la gente haga y deshaga a su antojo en él. Los niños y los padres andan en bicicleta, algunos practican caminata, creo que por ahí andaban algunos payasitos, mimos y artistas urbanos similares. Que bueno. Que la ciudadanía toma las calles y saque las malas cosas de ahí.
En la Plaza Río, cuando me dispuse puntualmente a pagar mi recibo telefónico, los aplausos llamaron nuestra atención. Eran demasiados para el habitual mimo que ahí se presenta los fines de semana con el mismo número de hace ya cinco años. Nos acercamos y nos recibió un maestro de música explicando los instrumentos de cuerda. Era la Sinfónica Juvenil de Tijuana, A.C. seguida la presentación del arco del violoncelo, y alguna broma ligera, el Danzón No. 2 arrancó los aplausos de los espectadores que minuto a minuto crecían en número. Fue una interpretación encantadora donde una pieza popular se convierte en obra de arte. Los dos números siguientes fueron igual de buenos para cerrar, por petición popular, con Danzón No. 2. Tienen su lugar de trabajo en el cortijo de San José en Playas de Tijuana. Estos jovencitos y jovencitas han creado una nueva entrada en mi lista de “cosas por palomear” para estar pendientes de sus próximas apariciones. Espero que se conviertan en regulares de ese foro público.
Seguimos nuestro camino hacia la feria del libro. Ubicada en este mismo momento que escribo esto en el estacionamiento de la plaza, frente a la tan mencionada Plaza del Zapato y Plaza Fiesta. Yo no sabía que hubiera tantas librerías diferentes en la ciudad. Estaban todos y todo lo relacionado con la escritura. Hubo una presentación de un libro obra de una poeta de la localidad y, a diferencia de otras ocasiones, el lugar estaba abarrotado. Daba gusto ver tanta gente caminando entre los diferentes espacios de los expositores comprando libros nuevos, usados, de ciencia, religión, arte, cocina, técnicas, en fin de todo. Yo personalmente me hice de una antología de cuento clásico y moderno y unas novelas cortas de Stendhal: Vanina Vanini y Los Cenci.
Armado con la fabulosa bolsa de color amarillo teletón nuestros pasos se dirigieron al CECUT con el objetivo fijo en mente de ver la exposición de artesanía de los estados que ahí estaba y la exposición de fotografía de Gabriel Figueroa.
La exposición de artesanía era de tamaño (y me refiero al número de expositores) muy similar a las que ya han sido llevadas a cabo en este lugar. Encontramos más o menos las mismas cosas que uno encuentra en este tipo de eventos: Dulces típicos, cuadritos, papel amate, licores espiritosos y esencias variadas, arreglos florales, velas talladas, pintura, piedra, metales en diferentes presentaciones, además de las pulseritas hippies y sus demás cosas que tanto me gusta comprar. El templete presentaba número musicales, los bailes típicos de los estados o las zonas del país y al parecer números preparados por escuelas de baile de la ciudad.
El Cubo nos ofreció el inigualable talento de Gabriel Figueroa, el cinematógrafo mexicano que trabajó con Luis Buñuel, entre otros. Su lente retrato a la Doña en un sin número de ocasiones, a los grandes de la época de oro del cine mexicano, y a los no tan grandes. Ofrecía su impresión de las situaciones sociales vividas en los tiempos revolucionarios y en sus tiempos. El elegante uso de la luz artificial, innovaciones para esa época, y sus estudios técnicos de la luz, le permitieron obtener, retratado en blanco y negro, cielos cargados de dramatismo. Su dominio del claroscuro era impresionante y basaba sus composiciones fotográficas en obras pictóricas de los principales artistas de México: Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, etc. Y por si se lo llegaron a preguntar, todas estas cosas las pueden aprender si al ir al museo o a la galería leen las fichas técnicas que tienen a bien proporcionar. Paquete completo: Aprendes y disfrutas de las buenas expresiones artísticas.
Si tienen oportunidad, y están de paseo por la ciudad, no se pierdan algunos de los puntos antes mencionados, vale la pena salir un poco a que nos de el sol.
Murió Mario Benedetti
“Lunes 11 de febrero. Sólo me faltan seis meses y veintiocho días para estar en condiciones de jubilarme.”
De esta manera inicia “La tregua” la novela, regalo de un gran amigo, con la cual descubrí al escritor, poeta y ensayista uruguayo. Su narración de la transformación de la vida de Martín Santomé, gris, aburrida y monótona a una existencia excitante, colorida, llena de amor, pasión, sentido y el trágico retorno a su estado original fue cautivante. Mis ojos volaban por los renglones desmarañando la trágica historia de la señorita Laura Avellaneda. Cuando por fin llegué al final. Cuando leí el último renglón, la última palabra, supe que sería la primer novela de muchas más que vendrían. Y así fue. A La Tregua le siguió Gracias por el fuego, Primavera con una esquina rota, Buzón de tiempo, El porvenir de mi pasado, Esta mañana y otros cuentos, Las soledades de Babel y Quién de nosotros. Todavía me faltan muchas más y espero releerlas otras tantas veces. No soy crítico literario, así que no puedo dar una opinión académica de porque me gusta el estilo de Benedetti, pero tengo la libertad de decir que son las diferentes exposiciones que hace de las introspecciones de los personajes lo que me cautiva. La manera de exponer el íntimo pensamiento de un personaje, situarme en su piel y ayudarme comprender lo que siente de una manera tan clara y sencilla, falto de artífices que desvíen la atención de las ideas centrales y te mantenga tan al mismo nivel, aun siendo el espectador furtivo de la historia de sus vidas.
Desafortunadamente Benedetti ya no escribirá más. Si no hay alguna obra inédita póstuma, lo que hay es lo que habrá y tendremos que conformarnos con eso.
“Desde mañana y hasta el día de mi muerte, el tiempo estará a mis ordenes. Después de tanta espera, esto es el ocio ¿Qué haré con él?” (Ultimas líneas de La Tregua)
jueves, 14 de mayo de 2009
Varado en Kansas City
Próxima actualización posiblemente en Denver, CO.
lunes, 11 de mayo de 2009
De viaje en Kansas City, Missouri
Finalmente anoche llegué a Kansas City en el estado estadounidense de Misuri (o Missouri). Hay Kansas grande, el estado y este Kansas “chico” la ciudad. Estuve varado un par de horas en Denver, Colorado debido al mal clima. Lo que me recuerda otra ocasión que me sucedió lo mismo: El clima me dejó esperando varias horas en el mismo aeropuerto. En esta ocasión fue la lluvia, en la anterior fue la nieve. Ayer el cielo estaba muy gris. El aeropuerto cuenta con unas ventanas amplísimas que muestran una panorámica increíble de las montañas rocosas. En esta ocasión sólo se podía observar una capa blanquecina y grisácea que lo cubría todo con frío.
Lo que vino a salvar mi tedio en ese lugar fue la “thin crust pizza” de pepperoni que me comí en el Domino’s del lugar, eso y las películas que miré en el iPod y que tenía pendientes o en su defecto, que no había visto hace mucho tiempo.
Todavía no visito el centro de la ciudad, espero hacerlo hoy, porque mañana será muy arriesgado por la lluvia, los tornados y esos detalles. Pero he leído que en la ciudad hay doscientas fuentes activas, que el BBQ es buenísimo y todo un clásico y que sólo la ciudad que tiene más bulevares que Kansas City es Paris.
miércoles, 6 de mayo de 2009
Dip de queso cottage y tocino
Para esos días cuando nos llegan visitas inesperadas a ver la tele sin avisar, y quieres ofecer algo fácil y rápido, puedes invitarles unos chips de maíz con este dip que en verdad es muy sabroso.
Los Ingredientes
- 1 taza de queso cottage
- 1 taza de queso monterrey jack o mozarella rayado
- 1/2 taza de trocitos de tocino frito (bien escurrido)
- 1 cucharadita de hojuelas de cebolla (la venden en botecitos seca)
- sal y pimienta al gusto
La Preparación:
Mezclar todo en un tazón y servir acompañado de los chips.
¿Así o más fácil? =)