jueves, 6 de agosto de 2009

El verano llegó

 

Finalmente el calor está aquí. Ya es Agosto, el mes de mi cumpleaños, y como todos los años, es cuando el calorcito rico y agradable se siente por todos lados. Pasaré un cumpleaños más sudando la gota gorda, porque a diferencia de las ciudades donde el calor es mucho más fuerte y dura mucho más (sí, Mexicali, no te hagas que te estoy hablando a ti) en Tijuana el aire acondicionado en las casas no es un verdadera necesidad, la puedes más o menos llevar bien sin el dichoso aparato. Si tu incomodidad es grande y tu casa no está preparada para un equipo de gran tonelaje que te deje tu casa como iglú de esquimal, entonces puedes optar por el bien ponderado “mini-split” que se pone en la ventana. Pero basta de conversaciones sobre instalaciones domésticas, regresemos al calorcito del verano que se siente hoy y que sentimos el fin de semana pasado.

Finalmente mi primer baño en el mar fue precisamente la semana pasada, en la playa de campamentos “Alisitos” el clima fue más o menos benigno, con cielos nublados que cedía pasó al sol al pasar del medio día. El agua del mar estuvo deliciosa el domingo, y lo digo por supuesto en el sentido figurado de la expresión, porque lo que es el sabor, sabor, seguía siendo bastante salado para mi gusto. La temperatura y el oleaje se antojaban para no salir nunca de ahí y convertirse en ciudadano permanente de Pacifica, nombre ficticio que me acabo de inventar de alguna isla perdida muy al estilo de la Atlántida que las leyendas cuentan estuvo en el otro Océano, el hermano menor del Océano Pacífico.

Pero el relajamiento y esos días de descanso nunca son para siempre y el domingo se terminó rápidamente por la tarde, cuando con casas de campaña, rostros cansados, cuerpos con quemaduras de sol y unas ganas inmensas de comer nieve de cerezas negras, nos regresamos todos a Tijuana. ¿Siguiente parada? Campamento en la sierra de Baja el siguiente fin de semana.

No hay comentarios: