martes, 18 de agosto de 2009

Terminator 4: Salvation

 

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I’ll be BACK!

Como lo prometió Arnold, el governator, “Volveré”y lo hizo. Regresa la franquicia ochentera de Terminator, y aunque el pseudo-actor-gobernador no es la estrella de esta cinta, nos da una sorpresa con una aparición repentina con la imagen que todos recordamos de él hace ya muchos ayeres y de la cual no queda sino el recuerdo (que cada vez se hace más tenue).

Es Cristian Bale el bueno de la película. El famoso y bien ponderado John Connor. Y es el bueno en todos los sentidos de la palabra: Es el héroe y es el protagonista. El “medio-malo” por así decirlo es otro actor, del cual no recuero haber visto nada. En una muestra más de la tendencia actual en el cine, este actor (el medio-malo) sale de las series de televisión de USA y brinca a la pantalla grande. Y lo hace bien. Algo caricaturesco y unidimensional, ya que al conocer su historia, mientras la trama de la película avanza, ya nos podemos imaginar que va a pasar con él, y sobre todo, como va a terminar.

El look de la película es extraordinario. Ciudades destruidas por terminators gigantes y naves cazadoras automáticas, con lugares como el cuartel central que se alza con sus gloriosas salas llenas de alta tecnología en medio de la devastación. La paleta de colores transmite de manera clara la intención de hacernos sentir desesperados, lejanos, solos. La sobre exposición de la cinta nos hace recordar las secuencias de guerra de la película viejísima “Tres Reyes” donde de igual forma se busca crear una atmosfera tensa y psicológicamente perturbadora al presentar las imágenes de esta forma.

En una de las secuencias más originales que he visto recientemente, John Connor va conduciendo un helicóptero que cae al suelo por una detonación de un misil en su costado. La escena es continua y no parece romperse nunca, incluso cuando se estrella en el suelo, el punto de vista del espectador es siempre la de un ocupante a bordo de la nave.

El diseño de los nuevos (o viejos, depende del punto de vista) terminators es también bueno, sin llegar a ser extraordinario. Se supone que la línea va evolucionando, desde los T100 , que son como calaveras toscas, hasta llegar al modelo avanti-garde T2000, que en un alarde de sofisticación, no sólo parece y actúa como humano, sino que además es de metal líquido (ver Terminator 2: The Judgment Day).

La película es buena, con buenos efectos especiales, de trama ligera y no complicada, nada sorpresiva y poco original. Muy entretenida. Le doy 3 de 5 estrellas.

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