Este clima me va a matar. Si no lo hace el crimen organizado, la comida del trabajo, el stress, los accidentes automovilísticos, los accidentes aéreos o el oso grizzli que estoy seguro espera mi primer visita a Yellow Stone en U.S.A. para atacarme, será el clima el que se encargue de terminar mi existencia en este mundano plano terrenal.
Ya se ha hecho una constante, cada que cambia el clima, me enfermo. Ahora mismo deseaba estar escribiendo el artículo aquel, el cual me revelaría a la comunidad literaria como el nuevo valor agregado y sin embargo aquí estoy, escribiendo de dolores y mucosidades. Que injusticia.
Además me he dado cuenta que en este Blog se ha ido diluyendo la parte culinaria, que era uno de los puntos centrales, y una de mis actividades de ocio y esparcimiento favoritas: comer y beber. Pero por ahora no me siento de modo para escribir nada más.